Siguiendo un Sueño
Siguiendo un sueño
9:00 PM
El gobernador de Puerto Rico se dirige al país a través de todos los medios noticiosos: -“Si la Cámara de Representantes insiste en recomendar y firmar un presupuesto de mil millones de dólares menos de lo presupuestado, significará la pérdida de veinte mil empleos gubernamentales, afectando los servicios, la industria privada y el bolsillo del consumidor. Nuestra deuda externa asciende a dos billones y el crédito nos está siendo denegado. Nuestra economía está enferma...”
9:00 PM
-¡Quiero a todos sentados! ¡Si siguen jodiendo los tiro a todos por la borda!
Así gritaba el capitán, armado hasta los dientes, mientras lanzaba cuatro cuerpos vivos al agua para alivianar la pesada carga de la pequeña yola. El miedo a morir como sus compañeros de viaje, los hacía gritar como desquiciados. Hombres, mujeres y niños, treinta y ocho en total, transportados como reses en época trashumante resistían el embate del furioso oleaje. Algunos ya habían renunciado a la vida, evocando con nostalgia la patria que habían abandonado en búsqueda de bienestar económico, que es obsesión de nuestros hermanos dominicanos menos privilegiados. -¡Tranquilos coño que ya estamos llegando, allá los están esperando! Dicho esto, el capitán, extrajo el teléfono celular de su bolsillo y marcó el número que muy bien conocía, diciendo en susurro: -Prepárame el pasaje que salgo temprano para Nueva York. Acto seguido se ajustó el salvavidas y lanzándose al agua. Diez minutos después, la playa se vistió de arrebol. Decenas de potentes focos alumbraron la destartalada yola. -¡Traigan agua enseguida! ¡Los niños y las mujeres primero! ¿Hay algún herido? Las voces de los Policías Estatales y los de la Guardia Costanera se entremezclaban con los ayes de dolor de los recién llegados, mientras trataban de chinear a los más débiles. -!Tanto sufrimiento para nada! - decía un anciano mientras era esposado pensando en su deportación. Al escuchar el siseo, el teniente a cargo de la operación miró a la niñita y la escuchó decir: “Yo puedo quedarme... ¿Verdad?”
9:45 PM
-“Vamos a trabajar todos por Puerto Rico, juntos lograremos superar ésta crisis”. Los aplausos grabados no se hicieron esperar, seguido del consiguiente mensaje: -“El pasado fue un programa político pagado”-.
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1 Comments:
Hola Jibaricua. Leí el comentario que hicistes a Chacalín, sobre que te copio este cuento.
La verdad que a mi también no me gustó para nada.
Hicistes bien en denunciarlo publicamente.
De hecho hice algún comentario, creyendo que era propiedad de él.
A más de un político habría que ponerlo en un bote y hundirlos en medio de tiburones hambrientos.
De paso te comento que me gustó mucho este micro tuyo.
Un saludo cordial desde mi Montevideo que quiero tanto.
Rubula
http://phstudio.blogspot.com
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